
La génesis perfecta de una película de suspense nunca es sencilla. Su desarrollo desde el momento de inspiración, a la página, y de allí, a la producción sigue generalmente una ruta larga y tortuosa. El caso de Fracture no es diferente. "Las películas de suspense son difíciles," dice el productor Charles Weinstock. "Y cuando comienzan con un giro agradable, como es nuestro caso, resultan especialmente difíciles – porque al final de la película, tienes que superar eso. No quisimos cerrar con alguna insensata persecución de coches, ni con una pelea a muerte en un muelle abandonado. A través de toda la película, tratamos de construir una historia basada en los personajes, que siempre son la solución: hacer que tus personajes se mantengan honestos, y eventualmente ellos te proporcionarán el próximo giro". Fracture empezó su larga gestación en Castle Rock Entertainment, con los que Weinstock ya tenía contactos y donde estaba trabajando con el Jefe de Producción del estudio, la Sra. Liz Glotzer. Durante años, Weinstock había querido hacer algo con el escritor Daniel Pyne, y cuando finalmente se conocieron, Pyne le dijo que tenía algunas ideas. "Daniel dijo que quería hacer una película acerca de un tipo que se representa a sí mismo en un tribunal," Weinstock dice, "pero siendo ese el tema – como escritor, él no quería pasar demasiado tiempo en la sala". Weinstock pasó otros seis años trabajando en la historia y eventualmente el proyecto cogió mayor velocidad con la incorporación del guionista Glenn Gers, del director Gregory Hoblit y de New Line Cinema, quienes junto con Weinstock continuaron el difícil proceso de refinar la historia hasta llevarla a la producción. "Me atraía la noción de que Chuck Weinstock y Greg Hoblit tenían pensado hacer una “película de suspense que se llevara a cabo en una tribunal" en los que la mayoría de los conflictos entre los antagonistas no se lleva a cabo realmente en la sala," dice Gers.
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